Sabía que iba a ser una boda preciosa, pero nunca imaginé cuantas emociones pudieron aflorar en un sólo día porque si algo merecía esta pareja que derrochaba amor, era celebrar su gran día rodeados de todo el cariño del mundo.
La boda, además de cargada de detalles preciosos, fue divertida y pensada para que los invitados lo pasaran en grande.